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jueves, 17 de enero de 2013

ARGO ("Argo") de Ben Affleck [2012]

¿Cómo puede una estrella "best seller" del cine, protagonista de comedietas tontas y éxitos de temporada, dirigir como dirige?. No lo sé, la verdad. Pero reconozco que Ben Affleck me ha sorprendido. Ha corroborado lo que apuntaba con "The town". Y quizá debería plantearse lo de colgar las máscaras y dedicarse exclusivamente a la dirección. Porque "Argo", lo digo así y no se me caen los anillos por ello, es una puta maravilla de thriller político. Con una historia que no se desgasta en ningún instante y que te deja en tensión hasta el final, es una  herencia indiscutible de ese cine de los 70 con Alan J. Pakula y Sydney Pollack a la cabeza. Ahí es nada.

Porque sí. Y no porque esté magníficamente ambientada en la década de los 70 sino porque efectivamente parece una película de esa década del oro del thriller político. Década, no lo olvidemos, de "Todos los hombres del presidente", "La conversación", "El síndrome de China", "Los tres días del cóndor", etc, etc.. Sí, "Argo" bien podría estar en esa lista sin ningún problema.

Fantásticamente dirigida, Ben Affleck narra la famosa "Crisis de los rehenes de Irán" de 1979 dejando a un lado ese toque seudo-documental que ha definido al thriller político actual para hacer que predomine, gracias a dios, el suspense en el sentido más clasico de la palabra en lugar de una acción demasiado dialogada. En este sentido, se podría decir que Ben Aflleck dirige como el peor Hitchcock (léase, "Cortina rasgada" o "Topaz") porque es precisamente ese toque de suspense y esos diálogos dinámicos y nada enrevesados, lo que hace que, aún sabiendo el final del cuento, sufras por lo que te está contando. Que las imágenes hablen por si mismas sin necesidad de que los diálogos deban contártelo todo. Y eso es un buen thriller.

Lo mejor: Alan Arkin como el productor de la falsa película "Argo". El guión, por supuesto. La ambientación, por descontado. La dirección de Ben Affleck, impecable. Bryan Cranston, siempre convincente como secundario haga lo que haga. Y varias escenas (destacando por ejemplo, el asalto a la embajada, o la lectura del guión de la falsa película con escenas de lo que ocurre en Iran en ese momento). Y los títulos de crédito finales comparando personaje o escena con cómo fue en la realidad. Bueno, y el suspense en el aeropuerto, claro.

Lo peor: quizá, por decir algo, esa manía de Ben Affleck de ser el protagonista de sus películas. Otro actor le hubiese dado mucha más consistencia a su personaje.

Resumiendo, una agradable sorpresa que alguien dirija un thriller como se ha de contar y no con demasiados fuegos artificiales/artificiosos. Estamos ante un fututo clásico.

lunes, 14 de enero de 2013

LINCOLN ("Lincoln") de Steven Spielberg [2012]

"Lincoln" no es más que un thriller político. Es más, me aventuraría a decir que si no es por la gran ambientación del siglo XIX, que te deja embobado, la película sería un poco aburrida. Y es que no trata de Lincoln... La película debería haberse llamado "La XIII Enmienda", porque no va más que de eso.

De la vida personal de Lincoln, no nos dicen nada. Simplemente comentan que ya ha muerto su hijo y su mujer acaba de salir de una depresión. En este sentido, una gran Sally Field sí ha sabido transmitirnos eso de manera más que loable. No así Daniel Day Lewis, que se nos muestra impecable como el Lincoln presidente, pero un tanto sombrío, apático y ausente como el Lincoln padre. Y en una trama un tanto enrevesada de entresijos políticos bien merecía un acercamiento más a la figura de ese padre que de ese político. La película hubiese ganado en equilibrio.

Y es que, como ya he dicho, el fallo de "Lincoln" es que poco o nada nos cuentan de él como persona. Además de no ver la muerte de su primer hijo, tampoco nos muestra su asesinato en la ópera. Y esto último es lo peor, ya que al no rodar como se merece un magnicidio de esa categoría, lo que hace Spielberg, al contrario de lo que intuyo que pretendía, es quitarle protagonismo al propio Lincoln. Es como si Oliver Stone no hubiese rodado la muerte de Kennedy en "JFK". Sr Spielberg, el magnicidio está ligado a la propia figura del presidente por duro que parezca; quitarle importancia es tirar piedras sobre tu tejado.

Y por último, otro error que peca Spielberg en sus ultimas peliculas es que, a mi entender, no crea empatía con el espectador. Sus películas son técnicamente impecables (esto no lo negará nadie) pero les falta alma: "War horse", por ejemplo, no es muy buena porque en el fondo nos da igual lo que le pase al caballo. No logra que conectemos con él. Y así, algo parecido le ha ocurrido esta vez pero con "Lincoln". Está ahí, vemos a Daniel Day Lewis que lo borda, pero yo, sinceramente, no llego a sufrir por lo que le atormenta o le sucede; es más, cuando camina pasillo abajo para ir a la ópera no hay nada en mi que le diga "¡¡Quillo, date la vuelta, no vayas esta noche, quédate en la Casa Blanca!!"...o memez análoga.
Lo mejor: Daniel Day Lewis (consigue que veamos a Lincoln); Sally Field (le da importancia a su personaje) y Tommy Lee Jones (impecable la escena en la que se nos muetra con quién se acuesta pues resume a la perfección todo su personaje). La ambientación y demás aspectos técnicos.

Lo peor: Que no va sobre Lincoln y que a veces parezca más un abuelo cebolleta contando anécdotas que no un presidente dando lecciones (vamos, que sustituyes las anécdotas que cuenta por chistes de Chiquito y arrasas en youtube). La falta de alma del conjunto. Y que no haya rodado su asesinato sino de una manera un tanto ridícula (en otro teatro y con el grito de su hijo de fondo, como para sorprender a los que esperábamos otra cosa más realista).

Eso sí, como simple thriller político para que se aprobase la Decimotercera Enmienda Constitucional, es una lección de Historia (salvo por la engañosa idea de que lucharon para abolir la esclavitud y no por tema simplemente económico; pero bueno, ellos sabrán...)

jueves, 27 de octubre de 2011

DRIVE ("Drive") de Nicolas Winding Refn [2011]

"Drive" es, sin lugar a dudas, la PELÍCULA del 2011. Sería muy injusto que no estuviera en las quinielas de los premios anuales que dentro de poco se empezarán a fallar de costa a costa de los Estados Unidos hasta la gran explosión definitiva de los próximos Óscar. Y es que "Drive" es una verdadero puñetazo en la cara a toda esa falta de imaginación que ronda desde hace unos años por la cabeza de los productores. Nicolas Winding Refn ha sabido dar en el clavo con esta producción independiente que se podría decir que bebe tanto del novato Martin Scorsese como de los primeros Hermanos Cohen. Y todo envuento en una aura de homenaje a los 80. De hecho, la estética también recuerda muy por encima a un episodio de "Corrupción en Miami".

"Drive" nos presenta a un misterioso personaje (un más que premiable Ryan Gosling) que trabaja de mecánico y de especialista en conducción para rodajes cinematográficos, y que, para ayudar a su vecina (Carey Mulligan), se contrata como conductor para banda de atracadores. Un error, una encerrona y la mafia de por medio, hace que todo desencadene en una espiral de venganza.

Pero "Drive" es más que una película de atracos. Su clave está en el personaje de "el conductor": Ryan Gosling hace de su personaje uno de los más difícilmente olvidables del cine reciente. Esa cazadora de cuero con la imagen de un escorpión lo dice todo. Su personaje no es más que eso: un escorpión rodeado de fuego.

Lo mejor: Sobre todo Ryan Gosling como el conductor; y cada uno de los secundarios (de los que destacaría a Ron Perlman, Bryan Cranston y Albert Brooks). El guión, que casi con seguridad al 100% me aventuro que será el próximo Óscar. La fotografía oscura, un tanto gris y con ese estilo ochentero nos obliga a recordar tanto al Scorsese de "Jo, qué noche" como a los Coen de "Sangre fácil". Pero, sobre todo, "Drive" será recordada por el personaje de Ryan Gosling; callado, misterioso, sufridor... pero que lo dice todo. Genial. Le deberían dar el óscar ya de una puta vez. Uno de los mejores actores actuales sin dudarlo. De escenas destacables, dos: la de la habitación del motel (pura adrenalina) y, sobre todo, la del ascensor (donde se resume el personaje de Ryan Gosling en dos acciones casi simultáneas)

Lo peor: Quizá, por decir algo, el personaje de Carey Mulligan. No está mal pero se lo come Ryan Gosling, haciendo que su interpretación parezca una mera anécdota.

En resumen, película obligada para disfrutar de una muy buena historia sin metafísicas ni pseudofilosofía que, por lo visto, tan de moda está últimamente...

martes, 19 de julio de 2011

IRONCLAD ("Templario") de Jonathan English [2011]

Últimamente están proliferando producciones ambientadas en la Alta o Baja Edad Media: "Black Death", "Salomon Kane" o esta "Templario". Pero son producciones muy lejanas a aquellas joyas de los 80, como lo fueron "Excalibur" o "Los señores del acero". Entre estas dos magníficas películas, yo me he decantado siempre por "Los señores del acero" antes que por la, para mi, un poco snob "Excalibur". Es cierto que no hay nadie como Boorman para darle esa atmósfera siniestra a las películas, pero siempre hace hincapié en destacar esa faceta, dejando a un lado, digamos, el devenir la historia. En cambio, Verhoeven es mucho Verhoeven y él sí sabe combinar como nadie ambas facetas: un poco de estética siniestra e hiperrealismo de la época y bastante de puro entretenimiento.

"Black Death", "Salomon Kane" o "Templario", vendrían a ser puras series B al lado de aquellas obras maestras. Y es que se les nota la inspiración, si acaso estética, tanto de "Excalibur" como de "Los señores del acero". Y en "Templario", que es el caso que nos ocupa, hay mucho de la obra maestra de Verhoeven.

La película nos cuenta famosa batalla del castillo de Rochester: varios Templarios se atrincheraron en él (Rochester era una ciudad clave para dominar tanto Londres como todo el sur de Inglaterra) y sufrieron durante meses el asedio de las tropas de Juan Sin Tierra. Estamos en el siglo XIII, en la época de la "Carta Magna" y la Guerra de los Barones.

"Templario", si algo tiene, es una muy buena ambientación para ser una producción de serie B. Las escenas de batallas es lo que la hace entretenida; no así, las escenas entre batallas, que se pierden entre la castidad del protagonista que es aún Templario (un carapalo James Puerfoy), la atracción hacia la mujer del noble (una excesivamente buenorra Kate Mara ), el noble dueño del castillo de Rochester (un correcto sin más Derek Jacobi) y la camaradería de los ex-templarios que ayudan a la causa.

Pero si destaca alguien en tema de actuación ese es un más que magistral Paul Giamatti como "Juan Sin Tierra" (pequeño, cabrón, soberbio, un rey como los de antes... simplemente magistral su monólogo donde despliega la ira todo su personaje). Le tendría en cuenta de cara a los próximos Óscar si no fuera porque esta producción no tiene más pretensiones que las de entretener. Me da que es una de esas actuaciones que ni los productores se esperaban al contratarle. Se le nota que está por encima del proyecto.

Lo mejor: Las escenas de batalla, las tácticas y estrategias de la época, algunas frases del guión en relación a los votos a Dios tanto de los templarios como de los matrimonios de conveniencia de la época. La escena de los cerdos. Las escenas gore explicitas que, aún así, no resaltan demasiado frente a la dureza con que el director rueda las escenas de la batalla. Y Paul Giamatti, sobre todo.

Lo peor: Que el guión decae entre batallas, perdiéndose un poco en temas romanticones que no se creen ni ellos mismos; aunque es el recurso del director para mostrarte lo que es ser un Templario; y, sobre todo, odio esa manía que se tiene por cambiar la Historia en pro de un final más o menos Holywoodiense. Una lástima...

En resumen, una película entretenida, que eso sí, pese a las 2 horas no se me hizo larga en ningún momento. Algo debe tener... Y algo debería de aprender el cine español de estas producciones, porque el Reino Unido no nos gana a Historia y parece que nuestra Historia simplemente se remonta a la Guerra Civil del 36...

miércoles, 13 de julio de 2011

SUPER 8 ("Super 8") de J.J. Abrams [2011]

Reconozco de entrada que soy fan de J.J. Abrams. Es, quizá, el mejor director que ha sabido darle un toque de originalidad a los proyectos en los que se embarca, bien sea en series de T.V. ("Felicity", "Alias", "Seis grados", "Perdidos" o "Fringe") como en las películas que ha dirigido (la fabulosa "Monstruoso", "Misión imposible III" y la más que decente "Star Trek"). Ansioso estaba por ver este "Super 8" que tan buen sabor de boca iba dejando los teaser que se iban anunciando: un descarrilamiento de un tren del ejército y un supuesto monstruo que destrozaba una de las puertas metálicas de un vagón para salir volando. Acababa el teaser con una cámara de Super 8 tirada en el suelo y que lo estaba grabando todo, si mal no recuerdo.

Fue a principios de este año cuando se hizo oficial el trailer de la película. Ese trailer me provocó uno de los bajones más grandes que yo recuerde en tema de expectativas cinematográficas. En ese trailer no paraba de salir un pueblo, unos niños en bicicleta, el suspense de un monstruo, perros desaparecidos y más niños en bicicleta. "¡¡¡Auxili, auxili!!", me dije.

Ayer me vi la película. Y bueno, entretiene y esas cosas... pero no me esperaba algo así. Pensaba que J.J. Abrams tendría más personalidad que Joe Dante y no dejaría que su película acabase siendo uno más de aquellos famosos "Steven Spielberg´s production" que se vendían como de él en aquellos años 80 y principios de los 90. Porque sí; este "Super 8" no es más que eso: cine a la altura de "Aracnophobia" o de "Exploradores" por poner dos ejemplos de a lo que me refiero.

Aún así, aún a pesar de este refrito entre "Los Goonies", "La guerra de los mundos (la de 2005)" y "Encuentros en la tercera fase" que es "Super 8", se agradece la dirección de J.J. Abrams, pues él solito, con su puesta en escena, consigue ocultar en lo posible la carencia de un guión de peso. Este es el verdadero talón de Aquiles de la película, que es más predecible que una película de Sandra Bullock.

Pero no nos engañemos, "Super 8" no es más que puro cine palomitero de verano. Cine destinado a un público adolescente que seguro que dentro de unas décadas la recordarán como los de mi generación recordamos ahora "Los Goonies", "Gremlins" o "La princesa prometida". Pero a diferencia de estas, creo que en "Super 8" su mayor fallo es el intentar abarcar demasiadas tramas (unas mejor conectadas con otras entre sí), que en lugar de agilizar la historia lo que consigue es que la película vaya perdiendo consistencia a medida que avanza. Una lástima. Estoy convencido de que si en lugar de una película se hubiesen puesto manos a la obra y hubiesen hecho una serie de TV, hubiesen logrado un éxito a la altura de su "Perdidos". Y es que de todas esas tramas que transcurren en la película se hubiese sacado mucho mejor jugo si se hubiesen tomado su tiempo para desarrollarlas con dignidad y no con el sabor precipitado con el que, a mi entender, acaba la película.

Lo mejor: Varias escenas muy bien rodadas: el descarrilamiento del tren, la escena del autobús, el suspense hacia el final...(bueno, prácticamente son escenas donde el guión ni se asoma). Con guión de por medio, me quedo con la escena del rodaje en la estación de trenes donde el chico enamorado escucha el guión de la chica como si se lo dijese a él. Y por último, la importancia que tiene el Super 8 en la película: la que ruedan, lo que descubren y los recuerdos del niño protagonista.

Lo peor: El guión, que intenta abarcar demasiadas cosas hasta el extremo de dejar casi en segundo plano la verdadera historia del film. Su predecibilidad, muy propia de las "Steven Spielberg´s production". Y su risible final, por precipitado.

En resumen, "Super 8" es un entretenimiento veraniego que barrerá las taquillas de medio mundo. Se podría haber esperado mucho más de ella pero se agradece la dirección de J.J. Abrams por salvar lo que podría haber sido el truño del año.

miércoles, 9 de marzo de 2011

"BALADA TRISTE DE TROMPETA" de Álex de la Iglesia [2010]

Aún me estoy preguntando qué le ha pasado a Álex de la Iglesia con esta "Balada triste de trompeta". Y mira que es muy buen director (mi preferida, esa joya que es "La comunidad") pero esta vez no ha sabido llevar la historia a su terreno y se ha quedado bastante en tierra de nadie. Porque sí; la película es muy floja, con fallos de consideración para un director que suele limar los detalles. No sé si algo ha tenido que ver que a la vez de director fuese presidente de la Academia de cine y ello haya repercutido en su trabajo. Él no es tonto y quizá su renuncia al cargo haya venido por esto: ver que no podia con ambas cosas y la Ley Sinde se lo puso en bandeja...

Porque mira que esta "Balada triste de trompeta" era en principio interesante: dos payasos luchando por el amor de una mujer (clara metáfora de la dos Españas por conseguir el poder) pero poco más: muchos fuegos artificiales y poca historia. muy poca historia. Con un comienzo bastante prometedor (esas risas de los niños en los títulos de crédito, esa función en el circo y esa irrupción de los republicanos reclutando gente para luchar, prometía y mucho) a raiz de ahí poco a poco la película se va transformando en una mala copia de su "Muertos de risa". Y es una lástima que el todo se haya quedado en nada.

Carlos Areces no está creible como "payaso triste"; todo lo contrario que Antonio de la Torre (inmenso). Y lo de Carolina Bang es para hacérselo mirar: no es que no esté creible, es que no está ni a la altura del proyecto. Increible que estuviese si acaso nominada al Goya. Sin hablar de fallo en el guión, dando trompicones por aquí y por allá (el personaje de "El motorista fantasma es ridículo) y con fallos tan garrafales como que en 1973 (época en la que está ambientada la historia) existiese en el tunel del terror una cama de "El exorcista". Lo único destacable sería la fotografía (fria y oscura) y el vestuario.

Lo mejor: La metáfora de las dos Españas luchando por el amor de la chica. Antonio de la Torre como el payaso listo. Inmenso, a la altura de un Luis Tosar o un Javier Bardem. Llegará lejos si quiere... Como escena, la del atentado de Carrero Blanco, la del cine con Raphael cantando "balada de trompeta" y la frase de Carlos Areces "¿vosotros de qué circo sois?"

Lo peor: Carlos Areces como el payaso triste (hace lo que puede pero se le ve perdido en su papel); Carolina Bang como la chica (ha de mejorar mucho como actriz); el montaje (hay escenas bruscas sacando a la luz un montaje de serie B; eso sin contar con lo de "El motorista fantasma" donde se palpa el truco de la escena). Y la escena de el Valle de los caidos a años luz de la escena de Scheweppes de "El dia de la bestia" o del ático de "La comunidad"

En resumen, pese a las críticas, se hizo justicia en los Goya. "Pa negre" es una maravilla de la que hablaré próximamnete. "Balada triste de trompeta" no deja de ser un fallo en la carrera de Álex de la Iglesia aunque te gustará si te gustó "Muertos de risa". Y una duda que he leido por ahi y tiene razón, ¿por qué tanto secretismo en la película de cómo le queda la cara a Antonio de la Torre si ya la hemos visto tanto en el trailer como (con todo lujo de detalle) en el propio cartel?

jueves, 17 de febrero de 2011

THE SOCIAL NETWORK ("La red social") de David Fincher [2010]

Solicitud de amistad: David Fincher quiere ser tu amigo. Amigos en común: 1 (Oliver Stone). Porque sí, David Fincher en "La red social" ha jugado a ser Oliver Stone. Y le ha salido bien. Atrás queda aquel David Fincher de "Alien incubado", "The game", "El club de la lucha", "Se7en" o "Benjamin Button". Se ha alejado de los efectos especiales, de las tramas inquietantes o de la idea de querer polemizar con el tema de sus filmes para centrarse en una historia real. Y aquí, como Oliver Stone, ha querido contar la historia de un momento importante contemporáneo (en este caso la creación de la mayor red social del mundo) desde el discurso de la polémica. Sí, David Fincher ha madurado.

Muro: "La red social" comienza con un cara a cara ante el juez entre Mark Zuckerberg y sus compañeros de Harvard con los que ideó la estructura de lo que más tarde sería "Facebook". Mediante flashbacks, Fincher nos sumerje en el frío mundo de Mark Zuckerberg y su egoista entorno; en cómo por hacer realidad una idea, todo vale. No hay cabida para la amistad sino puros intereses. David Fincher destroza el simpático mundo que hasta ahora se nos presentaban de los "freaks", "nerds" y demás etiquetas, para mostrarnos un mundo de simples personas sin escrúpulos capaces de hacer cualquier cosa por conseguir el fruto de su propio egoismo, la alimentación de su propio ego.

Y en esto tiene mucha culpa el fantástico guión de Aaron Sorkin que consigue que la película no decaiga en ningún momento; cada una de las interpretaciones de los personajes, destacando a un Jesse Eisenberg inmenso en el papel de Mark Zuckenberg, al que llegas a comprender tanto como odiarlo. Y el montaje, de esos que sin destacar hace que la película se te haga corta.

Me gusta: La direccion de Fincher (muy del estilo de Benjamin Button, pero aquí el guión tiene más chicha que fuegos artificiales); Jesse Eisenberg llevando el peso de toda la película; Justin Timberlake (asombrando en su papel de Sean "Napster" Parker) y Andrew Garfield como el único personaje con un toque de humildad y dos dedos de frente de toda la historia (aunque en terreno de genios esas características te hagan débil) Como escena la del encuentro entre el creador de Napster y el de Facebook... donde el Fincher videoclipero se deja ver.

Ya no me gusta: Poco que decir pues la historia en sí no da para mucho y Fincher hace un trabajo soberbio para que no decaiga en nigún momento. Quizá que yo no vea esa "obra maestra" que todo el mundo ve. Pero teniendo en cuenta que el 2010 ha sido un año muy muy flojito, no me extraña que a la peña se le caiga la baba con una histroia muy bien contada que viene a decirte que los que tenemos cuenta en facebook somos meras cobayas de los nerds.

Invitación a un evento: Me huele que arrasará en los Óscar. Película, director y guión adaptado le caerán fijo. El montaje no me extrañaría que también. Pero para mi gusto, me parece mucho más oscarizable esa maravilla de los Coen que es "Valor de ley" que este producto tan Oliver Stone.

¿Qué estás pensando?: En resumen, "La red social" es una buena película que te cuenta quién es ese Mark Zuckerberg que se oculta tras facebook y del que, aunque lo pueda tener todo, gracias a dios no nos parecemos. A fin de cuentas la soledad tiene un precio... Y, por Dios. ¡¡¡LA DE FREAKS QUE HAY POR EL MUNDO!!!

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