
La película de Ullrich Edel es una muy buena radiografía de ese mundo de juventud y drogas en aquellos finales de los 70. De discotecas donde encontrar mundos artificiosos. De juventud engañada ante el peligro que supone su rebeldía. De primeros amores que conducen a un total fracaso.
Es época de David Bowie. De hecho, él mismo hace un cameo en la peli, en la escena en la que acuden a uno de sus conciertos (la protagonista en fan incondicional del "Duque"). Y es el propio Bowie el encargado de la banda sonora. Brillante el uso del tema "Heroes" en la película. De chapó.
Y la película, poco a poco se va haciendo más oscura, más cruel, más dura. Son los chicos de la "Zoo Station" (zona de chaperos y putas, en cuyos baños hacen cola los yonquis, retratados como zombies, en busca de su "pico" diario). Esta es la parte más deprimente de la película; y supongo que mucho más deprimente visto hoy en día que cuando se estrenó, pues en aquella época no había nada de control ni información sobre la higiene en este tipo de actos, y la película lo retrata con toda su crudeza.
Lo mejor: La escena del robo en una galería comercial sonando el "Heroes" de Bowie de fondo. Impresionante por lo que dice la canción y por lo que estás viendo. Destacable también es la escena del sindrome de abstinencia; te pone la piel de gallina. Y detacables, también las piezas instrumentales que suenan mientras varios yonquis deambulan, como zombies, por el metro de Berlín.
Lo peor: Poco; quizá que tenga un mensaje demasiado directo; pero tratándose de las drogas y de una historia verídica, sea el mejor mensaje.
En resumen una película realista sobre el mundo de la heroina y la juventud muy recomendable. Me quedo con una frase de Christine F. que resume a lo que conduce todo: "Me gustaría darle fuerzas, pero las necesito yo".
1 comentario:
Esta me la tienes que grabar, tio.
Un abrazo.
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