Bueno, bueno... nos encontramos aquí con un nuevo giro de tuerca en el cine de terror contemporaneo. Una visión, digamos inteligente, del tan manido argumento del típico grupo esteriotipado de jóvenes "made in USA" atrapados en una situación límite.
La película parte con un cacho prólogo totalmente impresionante; de esos que ya de por sí te mete en la peli. En ese sentido, un gran acierto del director: un tal Dave Payne, que también es el guionista y el responsable de la banda sonora. Mmmmm, ¿estamos acaso ante un Alejandro Amenábar yanqui?. Quizá, quizá, porque a diferencia de otras películas del género trazadas por el mismo patrón (léase, "La matanza de Texas", "Viernes 13" y demás grandes o pequeños subproductos) esta película tiene la diferencia de que se nota que la historia que te cuenta el director te la quiere contar a su manera, disfrutando en cada toma y llevando al espectador a su terreno. Sí, cierto que hay altibajos a mitad película pero sin importancia para el resultado final; un gran broche de oro que a mi, sinceramente, me ha cogido por los huevos. En ese sentido, un 10 para Mr. Payne, sí señor... Me da a mi que este directos dará que hablar. Y acabo de ver que ha dirigido cosas a priori interesantísimas como un "Alien Avenger II" o "Alien Terminator" o "Showgirls murders"... Se me cae la baba. Veamos si un día de estos me contesta la mula :-))))
La película en sí tiene una puesta en escena y una fotografía realmente conseguida. Los actores (totalmente desconocidos) están bien en sus papeles esteriotipados y aparece en un papel el ahora de culto Michael Ironside (para un servidor, el nuevo John Saxon; fijo que le ha cogido el relevo en darle caché a esas series B que sin ellos no son lo mismo). Los personajes son planos, sí; pero unos más bien trazados que otros: unos más importantes por el juego que dan y otros meras comparsas.
La historia en líneas generales va de 5 jovenes que comparten coche para acudir a una macro-rave (el Área 52) en pleno desierto. Uno de los ocupantes le roba una animalada de pastis a un camello que se entera y les persigue y acaban en una gasolinera abandonada en mitad del desierto donde una extraña criatura hace de las suyas... El final es la leche, sinceramente. Gratificante ver un desenlace así a un, a priori, producto made in USA.
Lo dicho: un aprobado alto para Reeker; y ojalá signifique el resurgir de este género, últimamente tan hecho a medida de buscar taquilla y no espectadores. :-)
Un único "pero": si en principio la peli va de unos jóvenes que acuden a una "rave", ¿por qué no se escucha en toda la peli ni trance, ni house, ni chill-out, ni tan siquiera música disco?. Hubiese estabo bien, la verdad...
PD: ¡¡GRACIAS, OJO DE ONO POR PONERNOS ESTAS MARAVILLAS!!!
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